jueves, 15 de abril de 2021

UNA CONJETURA SOBRE EL OLVIDO

Fotograma de 2046 (Wong Kar-Way, 2004)

Sabrás que ese silencio -que se han procurado mutuamente- es definitivo, cuando un día cualquiera, de pronto la recuerdes y busques pronunciar su nombre, sin que éste salga de la punta de tu lengua. Además, todo eso que sientes ahora al pensarla, y al rememorar los pocos momentos que estuvieron juntos o cerca, será entonces una tibia evocación que dibujará apenas en tu rostro una sonrisa; un arquear las cejas y suspirar, mientras piensas en cómo habría sido. Y así, eso, de manera automática, quedará relegado a un segundo, tercero o cuarto plano, cuando la próxima preocupación cotidiana concite tu atención. Pero, quizás, y esto es interesante, te dé por distraerte de lo que estés haciendo y busques en tu boca la vibración de esas letras y sílabas con las que solías darle un espacio en tu mundo, y logres encontrarlas y te arrojes a ese recuerdo con los brazos abiertos; y, poco a poco, de eso no quede casi nada, porque en tu imaginación se irán gestando situaciones, tiempos, lugares, en los que volverás a sostener con ella conversaciones improbables, tal como esas que hoy preñan tu cabeza de futuros. Y volverás a amarla, de manera tan breve, con la misma intensidad con la que lo estás haciendo ahora, justo en este momento. Lo sabes, ya has pasado por todo esto antes y comprendes que ningún amor muere, que ninguna ilusión es vana, que algo infinitesimal de ese fuego queda… acaso lo suficiente para vislumbrar el resto del camino.

julio 2019/abril 2021




No hay comentarios.:

Publicar un comentario